Hello, friends at Holos&Lotus
Being a writer, you think any topic is easy and that there's nothing simpler than writing. However, nothing could be further from the truth. Writers also face topics that are difficult to capture on paper. In my case, one of those topics is my mother.
And not because you don't have to write or don't want to, but because it's very difficult for me because the words are precise, because they truly convey exactly what I want to convey. There's so much to tell and so much to thank, honor, etc.
There's so much within the word MOTHER.
Notice that I'm rambling right now 😅. And I have a ready-made outline.
My mother's name is Aida. She had me way back in 1986, during a time of splendor in Cuba.
She was the one who taught me to love.
This isn't empty talk or cheap romanticism.
My mother was the first to take me to the sea. She was the one who showed me the delights of fruit, how to treat women well, and how to respect my elders. My mother was the first to put a book in my hands and instill in me the habit of reading.
My mother, or mamota, as I affectionately call her, taught me that family isn't just one united by blood. It's also made up of those we love and who love us by choice and for life.
My grandmother was a pillar of my childhood and family. She spoiled me beyond measure.
My mother and I took care of her until the last day of her life. Seeing her care for her with such devotion and love, I realized what my job was, my role in life.
My mother taught me to be a good son, simply by her example.
My mother taught me that I had to study. To always study everything. Due to life's circumstances, she encouraged me to work and showed me the importance of earning my daily bread with my own efforts. My mother would tell me every day, especially on those occasions when we only had a plate of rice and black beans to eat: "This is better than sleeping with peace and quiet, with a clear conscience. No one gave me this; I earned it."
At first, I didn't understand, of course. But today, as a man, I remember it more than ever.
My mother taught me to stand on my own two feet, to be independent. She taught me to be a son, to be a good husband. She showed me the importance of creating and caring for my own family. To always have it close, since it's all we have.
He told me that having a woman is easy; keeping her, caring for her, and making her feel proud and eager to live forever by your side is the hard part.
Note that I don't say living with me, but rather by my side. Because my mother was always an example of a progressive, empowered woman. My mother didn't put up with anyone's hard work. She was always a leader through her example and hard work.
She continues to be one today.
So I want to share a poem with you. One of the few I've been able to write to her.
I haven't written many, maybe two more. However, my books are dedicated to them. The first dedication is always this:
To my mother Aida, always:
I say April and it is spring,
the most important day,
the first, the brightest
when you are born, here on the riverbank.
You are, Mother, true
life force. That serum
necessary and sincere.
I want, Mother, for you to stay
forever (I know you can)
You are all I want.
I say Mother and I understand everything.
I understand the 2,000 kisses
in the morning, the pesos
laid on me; seeing
things I now understand.
I say Mother and I settle in.
I say Mother and somehow
the day brightens for me,
all the evil fades away:
I say Mother, and I say everything.
Happy Mother's Day, Mamota.
Versión en español
Hola, amigos en Holos&Lotus
Al ser escritor uno cree que cualquier tema le es fácil y que no hay nada más sencillo que escribir. No obstante, nada más alejado de la realidad. A los escritores también se nos presentan temas difíciles de reflejar en el papel. En mi caso, uno de esos temas: es mi madre.
Y no porque no tengas que escribir o no lo quiere hacer sino porque me es muy difícil porque las palabras precisas porque realmente transmiten con exactitud lo que quiero transmitir. Es que hay tanto que contar y tanto que agradecer, homenajear, etc.
Hay tanto dentro de la palabra MADRE.
Fíjense que ahora mismo estoy divagando 😅. Y eso que tengo una escaleta preparada.
Mi madre se llama Aida. Me tuvo allá en el lejano 1986, en una érpoca de explendor en Cuba.
Fue la que me enseñó a amar.
No es una forma vacía de hablar ni romanticismo barato.
Mi madre fue la primera que me llevó al mar. Fue la que me mostró la delicia de las frutas, a tratar bien a las mujeres, a respetar a los mayores. Mi madre fue la primera que me puso un libro en mis manos y me inculcó el hábito por la lectura.
Mi mamá, o mamota, como le digo cariñosamente, me enseñó que la familia no es solo esa unida por la sangre. También se conforma por aquellos a quienes amamos y nos aman por elección y por la vida.
Mi abuela fue un pilar para mi infancia y familia. Me malcriaba sin medida.
Mi madre y yo la cuidamos hasta el último día de su vida. Al verla atenderla con tanta devoción y cariño, me di cuenta de cuál era mi trabajo, mi papel en la vida.
Mi madre me enseñó a ser un buen hijo, simplemente con su ejemplo.
Mi mamota me enseñó que tenía que estudiar. Estudiar siempre y de todo. Me impulsó, por situaciones de la vida, a trabajar y me mostró la importancia de ganarme el pan de cada día con mi esfuerzo.
Mi mamá me repetía a diario, sobre todo en aquellas ocasiones en que solo teníamos por alimento un plato de arroz y frijoles negros: “es mejor esto y dormir con paz y tranquilidad, con la conciencia limpia. Esto nadie me lo regaló: yo me lo gané”.
Al inicio no la entendí, claro. Pero hoy, ya un hombre, lo tengo más presente que nunca.
Mi mamá me enseñó a valerme por mí mismo, a ser independiente. Me enseñó a ser hijo, a ser un buen esposo. Me mostró la importancia de crear y cuidar mi propia familia. A tenerla siempre cerca, ya que es lo único que tenemos.
Me decía que tener una mujer es fácil, mantenerla, cuidarla y hacerla sentir orgullosa y deseosa de vivir para siempre a tu lado, era lo difícil.
Noten que no digo vivir conmigo, sino a mi lado. Ya que mi mamá fue siempre un ejemplo de mujer adelantada, empoderada. Mi mamá no le aguantó pesadeces a nadie. Siempre fue una líder con su ejemplo y trabajo.
Hoy por hoy lo sigue siendo.
Así que quiero compartirles un poema. Uno de los pocos que he podido escribirle a ella.
No le he escrito muchos, quizás dos más. Sin embargo, mis libros están dedicados a ellas. La primera dedicatoria siempre es esta:
A mi madre Aida, siempre:
Digo Abril y es primavera,
el día más importante,
el primero, el más brillante
al nacer tú, aquí en la vera.
Eres, Madre, verdadera
fuerza vital. Ese suero
necesario y sincero.
Quiero, Madre, que te quedes
para siempre (sé que puedes)
Eres todo lo que quiero.
Digo Madre y todo entiendo.
Entiendo los 2000 besos
en la mañana, los pesos
echados encima; viendo
cosas que ahora comprendo.
Digo Madre y me acomodo.
Digo Madre y de algún modo
el día se me ilumina,
todo el mal se difumina:
Digo Madre, y digo todo.
Feliz día de las madres, mamota.