Hello, friends.
I'm approaching the seventh day to talk about a topic I've been thinking about for a relatively long time. I'm referring to the moment when I become a grandfather.
I'd like to thank @emiliorios again for giving me another interesting topic to talk about and reflect on.
When I think of my grandparents, the first thing that comes to mind is my grandfather Raúl; he was extremely overprotective of me when I was barely 4 years old.
He did this only because I was the only son of his grandchildren. The other three were granddaughters.
My mother told me stories about me being a rather hyperkinetic and mischievous child. I did things no one imagined I could do.
For example, I took an ashtray that was over 100 years old and threw it from the stairwell leading to the second floor, hurling it at a lamp, shattering both the lamp and the ashtray.
My mother, being a first-time mother and lacking many educational tools, immediately went to scold me with a spanking.
However, she tells me that my grandfather picked me up in his arms and said with authority: "No one touches the child."
I lost my grandfather too early to create a memory of him. However, my grandmother inherited that overprotectiveness, which I enjoyed back then, being the privileged child above my brothers, my cousins; but which I now realize was classic machismo of that era.
However, my grandmother was the one who taught me how women were treated. My grandmother taught me to write my name before I was 5. She told me: "Do as your grandfather taught you," and then she would tell me how to do it.
I don't remember if he actually told me how to do it or if she wanted to give the old man credit.
From my grandmother, I learned a passion for cooking and, above all, for black beans.
My grandmother was a very complicated woman and a victim of her generation and her time. Social, racial, and generational prejudices were deeply embedded in her.
However, she had completely denied her other shortcomings, such as her academic performance. My grandmother never studied beyond seventh grade. However, she made an effort to ensure that each of her children and grandchildren studied as much as possible.
And another old lady is my mother. She was also a victim of her time and her parents. My mother is the second of five siblings, and being the oldest daughter, it was her responsibility, depending on the time in which she lived, to care for and look after her siblings; while my grandmother went on outings with my grandfather.
When she was little, they placed two blocks in front of the stove so that at the age of 8, she could heat milk and food for her siblings.
But my mother is an example of an empowered woman because, although she suffered some of these social ills, she was able to grow up, study, have a career, excel, become independent, and, above all, raise me alone, taking on the roles of both father and mother.
My mother is a living example of everything that feminist causes fight for regarding women's empowerment.
My parents are clear examples of everything one should and shouldn't do. They have taken it upon themselves to teach me this through words and examples.
I hope that, when I grow old, I can pass on all the good things I have, and I hope that I don't make too many mistakes, because I'm not perfect.
But if I do, let them learn from them.
Versión en español
Hola, amigos.
Me acerco al séptimo día para hablar de un tema del que hace relativamente un tiempo, he comenzado a pensar. Me refiero a el momento en el que yo sea un abuelo.
Agradezco nuevamente a @emiliorios, por darme otro tema interesante del que hablar y sobre el que reflexionar.
Cuando pienso en mis abuelos, lo primero que me viene a la mente es mi abuelo Raúl; quien me sobreprotegía en exceso cuando yo apenas tenía menos de 4 años.
Lo hacía solo por el hecho de yo ser el único varón de sus nietos. Las otras eran 3 nietas.
Mi madre me hacía los cuentos de que yo era un niño bastante hiperkinético y travieso. Hacía lo que nadie se imaginara que podía hacer.
Como por ejemplo, coger un cenicero de más de 100 años y lanzarlo desde la escalera que iba hacia el segundo piso y lanzarlo hacia una lámpara y hacer añicos, tanto la lámpara como el cenicero.
Mi madre, que al ser primeriza, no tenía muchas herramientas educativas, al momento fue a regañarme con unas nalgadas.
Sin embargo, cuenta de ella que mi abuelo me alzó en brazos y les dijo con autoridad: Al niño nadie lo toca.
A mi abuelo lo perdí demasiado pronto como para crear un recuerdo de él. Sin embargo, mi abuela heredó aquella sobre protección, que en aquel entonces disfrutaba, al ser el niño privilegiado por encima de mis hermanos, mis primas; pero que ahora noto que era machismo clásico de aquella época.
Sin embargo, mi abuela fue la que me enseñó a cómo es que se trataba a las mujeres. Mi abuela me enseñó a escribir mi nombre antes de los 5 años. Me decía: haz como te enseñó tu abuelo y entonces ella me decía cómo hacerlo.
Yo no recuerdo si realmente él me había dicho cómo hacerlo o ella le quería dar el mérito al viejito.
De mi abuela aprendí la pasión por la cocina y sobre todo, por los frijoles negros.
Mi abuela era una mujer muy complicada y una víctima de su generación y su época. Los prejuicios sociales, raciales y generacionales los traía demasiado integrado en su ser.
Sin embargo, había hecho una completa negación de otras de sus deficiencias, como lo era el estudio. Mi abuela nunca estudió más allá del séptimo grado. Sin embargo, se esforzó porque cada uno de sus hijos y nietos estudiaran lo más posible.
Y otra viejita es mi madre. Ella también fue una víctima de su época y de sus padres. Mi mamá es la segunda de cinco hermanos, y al ser la hembra mayor, le correspondía, según la época en que vivió, cuidar y atender a sus hermanos; mientras que mi abuela se iba de paseo con mi abuelo.
De pequeña le pusieron dos bloques delante de fogón, para que la edad de 8 años, pudiera calentar la leche y la comida para sus hermanos.
Pero mi madre es un ejemplo de mujer empoderada ya que si bien sufrió algunos de estos males sociales, pudo crecerse estudiar, tener una profesión superarse, independizarse y sobre todo, criarme sola, haciendo el rol de padre y madre.
Mi madre es el vivo ejemplo de todo por lo que se lucha en las causas feministas sobre el empoderamiento de la mujer.
Mis viejos son ejemplos claros de todo lo que se debe y lo que no se debe hacer. Se han encargado de enseñármelo con palabras y ejemplos.
Ojalá y yo, cuando sea un viejito, logre transmitir todo lo bueno que tengo y ojalá y no cometa muchos errores, pues no soy perfecto.
Pero si lo hago, que aprendan de ellos.
